Juan José Guardia Polaino
Juan José Guardia Polaino

Juan José Guardia Polaino

DE ALMAS, DITIRAMBOS Y HERIDAS

Sabemos del ser humano y de la palabra, del esfuerzo  que nos requiere ese proyecto de envergadura que llevamos en nuestra entraña y del compromiso y de la responsabilidad que se ha de tener cuando se toma la importante decisión de poner nuestro trabajo en manos de una editorial para darlo a conocer al público.

Reconozco que llevo algún tiempo dándole vueltas a esta reseña. Pero también es verdad que se ha contabilizado hasta el último segundo  dedicado a convocar esas palabras que quiero den fe de la calidad de este poemario que hoy perfilamos minuciosamente para comprender cómo, desde el origen virginal de la idea Juan José Guardia Polaino llega a estos tres elementos que,  dando título al libro, desentrañan no pocos argumentos razonados desde el amplio bagaje del autor a la exquisitez de la mística que rodea el fruto de la vid cuando es entregado al exigente paladar de los hombres.

En primer lugar he de valorar la tenacidad y el interés con el que se somete al estudio progresivo y constante de las palabras que enriquecen, aún más, su ya amplio vocabulario. Esta es una parcela que reside en la clandestinidad de sus interminables jornadas de trabajo y que disfruta, calibra y dosifica entre los versos cuando ve la perfección en el argumentario de la obra a crear.

“Almas, ditirambos y heridas”, nos muestra la raíz de su origen mitológico y ancestral citándonos a dioses que no parecen inmutarse con la trágica existencia del dolor que experimenta el hombre que sueña para sí con un edén inalcanzable y que atiende a la sangría de sus heridas provocadas por la injusticia y la inquina despiadada y persistente de sus semejantes.

Un interesante trabajo donde no escasea la bondad frente a la necesidad que tiene el ser humano de ser escuchado entre la jauría de las voces que le rodea y hastían. El poeta denuncia abiertamente la hipocresía, la intolerancia y la envidia y busca en la palabra redimir el elixir que haga volver a la esperanza.

Su voz nos advierte de la adversidad extendida por el mundo y desde la humildad que le caracteriza se postra ante el fruto de la tierra que contempla para ofrecernos un bálsamo que es brebaje que atempera y alimenta y da consuelo y alivio a quien lo demanda.

El vino es el eje principal, la esencia del espíritu de su verbo tan acostumbrado éste a reivindicar el espacio que pertenece a la palabra y son los versos quienes la cobijan para mostrarla a los ojos de un mundo falto de amor y liderazgo. Es el vino el que cautiva la pureza del alma y contribuye a fortalecerla desde las profundas raíces de una tierra que nos sostiene erguidos, soberanos de libertad con la que combatir la astucia, el engaño y el egoísmo como plagas que atormenta la dignidad de las personas.

Es, por tanto, nuestro poeta un sabio guerrero que batalla las injusticias de un mundo desordenado, ávido de esa esperanza que no acaba de iluminar el astro que a diario vierte su energía sobre la espesura de las verdes  pámpanas bajo las que dormita el caldo de los dioses y sus gentes.

Digo guerrero y brillan las palabras como el acero de una espada, escogida para custodiar la labranza de este suelo mesetario sobre el que descansa no pocos recuerdos familiares, algunos de ellos trágicos, otros imborrables y los que más, aquellos que fueron usurpados por la memoria esquiva que se lleva el aire.

La solemnidad de sus versos certifica su capacidad creadora y su oficio  nos invita a observar la semblanza de una minúscula parte de su idiosincrasia, celoso él de aquello que vive y comparte desde sus adentros.

Juan José Guardia Polaino, presenta, desde su humilde integridad, la hegemonía de la palabra cuando la viste de poesía e invade de sentido cada uno de los versos y de sentimiento puro nuestro pecho. Busca el ancestro natural que da origen a la idea que labora  y que transforma en palabra para entregarse desde ella y entregarla para paliar la sed atribuida a la ignorancia. Lo hace  desde un acto de recogimiento solidario que es al mismo tiempo generosidad desinteresada.

Nace, pues, un nuevo libro de la mente de un viejo poeta con los pies en el suelo. Su palabra excelsa nos guiará entre hermosos ditirambos hacia esos lares donde los dioses y las almas transitan el espacio en busca de su origen.

“De almas, ditirambos y heridas”, poemario que aconsejo para leer en esos tiempos sueltos que nos hacen más sabios. Mi enhorabuena al autor.

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Un comentario

  1. Juan José Guardia Polaino

    Cuán emocionado me haces sentir, amigo Juan. Son un auténtico acto de fe estas hermosas palabras tuya hacia mi obra y mi persona. Se siente mi corazón agradecido y en deuda. Habrán días para brindar por estas y otras palabras. Sean los dioses generosos contigo y viertan sus ánforas de los mejores vinos sobre las orillas de tu noble corazón. Un largo abrazo.

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