VOY A LAS CADENAS DEL HOMBRE
Voy a las cadenas del hombre, tirando de argolla;
sin que el ojo avizor -cristalino-
serpentee esta vez sobre mis hombros.
Puede más el hambre en este caminar absurdo
que la fe;
y mi paso, madre, se cubre de tierra,
ya no de patria. No. Ya no.
Olvidando el olvido del dios que hizo a Dios,
quiero ser libre; por ello camino a la tierra
del hombre que labro y riego en sudor.
Quiero ser libre.
Hacerme de nuevo.
¡De arcilla sino de barro!
Ser:
Discípulo.
Señor.
Maestro y soldado del tiempo.
Ascua encendida y vértebra del incandescente fuego.
Eclipse.
Espiral.
Duna. Sueño; y nunca más mortal
de lo que soy o sigo siendo.
Quiero escapar y convocaros
a los que, aun creyéndoos carne,
embadurnáis vuestro cuello con reclamos,
vuestros dedos, vuestras manos…