El pasado día 30 de marzo, la villa marinera de Santoña homenajeó al ilustre escultor Victor de los Ríos. El acto, organizado por el Ayuntamiento de Santoña, tuvo lugar en la Casa de Cultura, concretamente en la Sala de Exposiciones que lleva su nombre.
Debido a la proximidad de la Semana Santa, los responsables de Cultura de Santoña han seleccionado de entre la extensa obra de Victor de los Ríos aquella de temática religiosa, donde el autor parece dar vida a sus esculturas por la calidad y misterio que engendran las manos de un maestro reconocido internacionalmente.
Su prodigiosa gubia creó más de 600 obras repartidas en museos, catedrales, colecciones particulares y centros oficiales. Destacan, el monumento a Don Quijote, en Buenos Aires, a San Pablo en Ciudad de Vaticano e Isla de Malta, al Pastor en Pancorbo (Burgos), al Maestro en Madrid, al Minero, en Linares y a la Agricultura, en León.
Entre sus obras religiosas, algunas de las cuales podrán verse en la exposición que desde el 30 de marzo hasta el 21 de abril se ha instalado en la Casa de Cultura de la Villa, son de gran relevancia importantes pasos de Semana Santa, como La Cena (León), El Cristo de la Penitencia (Linares), y en la región montañesa, El Expolio y El Descendimiento, en Santander, Cristo Yacente (Astillero) y San Sebastián (Reinosa).
En su vida artística influyeron decisivamente las figuras de Jacinto Benavente, padrino artístico del escultor y su tío Victor Martínez, así como su clara admiración por la obra de Juan de Juni y Gregorio Fernández.
En su trayectoria profesional destacan dos facetas que forman una perfecta combinación entre sí, de una parte su obra de Imaginería Procesional, en la cual, por derecho propio está a la altura de los mejores imagineros españoles de todos los tiempos.
En cuanto a su dedicación al difícil arte del retrato alcanza niveles tan relevantes como los de imaginero.
A la maestría técnica une la verdad histórica. No le basta crear tallas hermosas, expresivas que parecen latir por sí mismas ante nuestra atenta mirada, sino que plasma en ellas el reflejo de sus cualidades intrínsecas y obedecen al ambiente histórico en que vivían con la huella de sus virtudes y defectos.
En 1949 fue nombrado académico de la Real Academia Santa Isabel de Hungría de Sevilla.
Victor de los Ríos es poseedor de numerosas distinciones y condecoraciones, entre las que destacan las conseguidas en la Exposición Nacional de Estampas de la Pasión, Diploma del Congreso, Nacional de Deportes, Premio Internacional de Arte Sacro de Venecia, etcétera.
Este excelente escultor capaz de elaborar en piedra caliza las formas a que atiende el alma es el arcángel de la ensoñación artística. Santoña le tributó su homenaje, su cariño a un hombre al que todos debemos mucho. A él nuestro respeto.
Juan Camacho. Escritor.