01.- Aporte, por favor, un breve resumen de su biografía.
Nací en 1955. Viví mi niñez, adolescencia y juventud en Basauri y me licencié en Filosofía y Letras, especialidad Historia Moderna y Contemporánea, en la Universidad de Deusto en 1977. He ejercido la docencia durante 42 años en diferentes etapas educativas, 18 de ellos en Francia, en plazas docentes para funcionarios españoles en el Exterior (París, Ferney-Voltaire y Hendaya) en centros de enseñanza bilingüe y Secciones Internacionales.
Tras finalizar la carrera universitaria e ir adquiriendo experiencia docente, descubrí que ser profesor era mi vocación inevitable; de hecho, tuvieron que jubilarme forzoso ya que habría deseado continuar.
Publiqué mi primer poema en la revista Kantil en 1977.
A lo largo de mi vida me han interesado especialmente, además de la poesía: la literatura, la Historia, la música, el ajedrez y los viajes.
02.- ¿Desde cuándo ejerce la actividad poética y qué fue lo que le motivó a hacerlo?, ¿llegó a los versos desde la prosa?
Escribo poesía desde la adolescencia. Desde niño, en la escuela, nos hacían aprendernos poemas de memoria. Luego, en el instituto, nos introdujeron en la Literatura y descubrí a los poetas de todas las épocas.
Mi primer impulso escritor fue la poesía y, precisamente, la descubrí durante esa época de estudiante de Secundaria. Gracias a determinados profesores, supe de poesía y, un día de la adolescencia, me encontré escribiendo mi primer poema. Me motivó la necesidad de expresar mis inquietudes personales de adolescente al descubrir que la poesía era capaz de transmitir emociones, sentimientos y sensaciones de una manera creativa diferente, instantánea, impactante y bella. Desde entonces, forma parte de mi vida.
03.- ¿Qué opinión le merece a su persona, la condición que mantiene como poeta?
No es a mí a quien corresponde opinar sobre mi condición de poeta, sino a quienes conocen mi poética.
Nunca me importó la fama, en todo caso, una limitada trascendencia hacia mis descendientes. Por ello, apenas me he presentado a concursos y tardé años en editar un poemario. Como dijo un poeta: “somos el tiempo que vivimos” y el que permanezcamos en el recuerdo, que también tiene una fecha de caducidad.
04.- Defínase como poeta ante la vida y como persona.
La poesía es una faceta que me ha acompañado durante toda la vida, siempre he sentido la necesidad de escribir poemas y creo que todo puede tener su poesía si se sabe encontrar. El poema puede surgir en cualquier momento y lugar, de manera inesperada. No busco construir poemas a partir de una idea elaborada previamente sino que el poema viene a mí como un impulso.
Las personas no somos solamente como creemos que somos, también como nos ven los demás; en esa doble visión estaría la definición más aproximada. Por otro lado, somos lo que pensamos y lo que hacemos, cómo sentimos y cómo nos comportamos; en esa dualidad, no siempre hay armonía. Si tuviera que definirme como persona, sólo podría decir que siempre he tratado de ser crítico y de pensamiento libre, aunque en la sociedad actual sea conveniente ser prudente con lo que se dice públicamente pues hay demasiada gente intolerante y sectaria.
05.- El tiempo es la riqueza que tiene a su disposición el ser humano. Es un bien que se adquiere por un tiempo limitado. Si repaso su vida veo que les dedica su tiempo a otras personas desconocidas, por ahora, en ese ámbito literario al que se entrega en cuerpo y alma. ¿Qué obtiene con ello?, ¿qué le reporta?
Muchas veces me ha asaltado la duda, efectivamente, de si ese tiempo que he dedicado a otras personas podría haberlo dedicado a mis intereses personales. De todos modos, mi papel ha sido modesto, hay gente que dedica su vida a los demás con mucha generosidad. Lo cierto es que cada cual hace, si puede, lo que cree que debe hacer.
Cuando realizas actividades públicas dedicadas a otras personas recibes tanto alabanzas como críticas pues la envidia, lamentablemente, es inevitable en la condición humana. Se ganan amigos y, también, enemigos. Afortunadamente, las actividades poético-culturales me han permitido conocer mucha gente, entre ella, algunos grandes amigos que no habría podido conocer sin ellas.
Pero la parte positiva no serían exclusivamente las alabanzas y aplausos ni la posible popularidad obtenida por las iniciativas llevadas a cabo, sino la satisfacción que produce realizar algo que haya podido ayudar a otras personas de una u otra manera. Dar produce más satisfacción que recibir, pero claro, eso es una cuestión subjetiva ya que depende de cada manera de entender la vida.
06.- ¿Ha cultivado o cultiva algún otro género literario aparte de la poesía?
Desde adolescente comencé a escribir un diario personal que luego lo fui convirtiendo en una especia de memorias personales que voy escribiendo cada cierto tiempo. Escribir es una manera de ordenar mi vida; a menudo, tengo la necesidad de escribir ideas, anécdotas, reflexiones, acontecimientos, etc., pero me falta tiempo para escribirlo todo.
Por otro lado, de vez en cuando, escribo relatos breves.
Me encantaría escribir novela; de hecho, he comenzado más de una que, por falta de rigor cotidiano, permanecen en el almacén de los posibles.
07.- En el año 2010 se crean las Noches poéticas. Cuéntenos cómo nace la idea y díganos a qué se debe el éxito de cada una de las convocatorias. ¿Qué pilares sustentan en el tiempo esta acertada decisión?
El poeta bilbaíno Óscar Alberdi y yo, participábamos en unos encuentros de poesía mensuales llamados “La Noche Poética” que se celebraban en La Hacería, en la isla de Zorrozaurre. Por otro lado, yo tenía un espacio semanal de poesía en el programa de radio Popular “El club de los sentidos”, en el que a veces participaba Óscar.
Recuerdo perfectamente el día en el que, en un descanso de uno de los encuentros poéticos, comentamos que acudía poca gente y sobre la posibilidad de hacerlos en un lugar más céntrico de Bilbao y, concretamente, en los lugares donde se reúne la gente: los bares.
Organizamos la primera velada en junio 2010 en el bar Burton de Bilbao la Vieja, una velada totalmente improvisada, sin guion previo. Para no confundirla con el otro evento, lo llamamos “Noches Poèticas”. Todo fluyó por sí mismo: Óscar y yo presentamos el evento, el local se fue llenando, surgieron personas voluntarias para recitar un poema, un pianista decidió llevar su teclado, alguien cantó una canción, alguien contó un chiste, en fin, que la velada resultó un éxito.
Tras el éxito de la convocatoria, decidimos convocar otra en el mismo local, en el mes de septiembre. En aquella ocasión, al local le habían cortado la electricidad, pero Óscar y yo compramos decenas de velas con las que iluminamos el bar. No hubo micros, pero la velada volvió fluir de una manera sorprendente.
A partir de entonces, comenzamos a organizar unas dos veladas por mes y decidimos hacerlo de manera itinerante, es decir, en diferentes bares de la ciudad: pub Residence, La Carola, Strómboli, Luz de Gas, Hika Ateneo, Caos, Amor de Madre, etc. Por otro lado, creamos un logotipo que nos hizo un diseñador, comenzamos a hacer carteles, abrimos el perfil de Facebook, el correo Gmail, conseguimos entrevistas en prensa, radio y televisión, y decidimos que las veladas, aunque tuvieran el hilo conductor de la poesía con un micro abierto, contaran con un pianista y con músicos invitados así como cualquier faceta artística que quisiera darse a conocer al público. Por otro lado, inscribimos a Noches Poèticas como marca mixta europea en el Registro de Industria.
En marzo 2011 el trabajo nos superaba y decidimos crear un equipo coordinador con otros poetas, uno de ellos, Julio G. Alonso, colaboraba con nosotros en la organización de las veladas desde el principio. Lamentablemente, en abril, Óscar se fue del equipo por discrepancias que surgieron y creó otro evento. Por desgracia, falleció en diciembre de ese mismo año.
En 2012 decidimos crear la Asociación Artístico Cultural Noches Poèticas e inscribirla en el registro de asociaciones del Gobierno Vasco. Poco después se nos reconoció como de interés social.
Desde entonces, el equipo ha ido funcionando con diferentes miembros coordinadores de los que, los que permanecemos actualmente en NP somos Julio y yo, y hemos realizado, además de las veladas mensuales en bares, diferentes encuentros poéticos puntuales con poetas venidos de otros lugares, hemos realizado Noches Poèticas en otras localidades, hemos creado un Concurso de Poesía y tuvimos durante algún tiempo una colección editorial de poesía.
08.- ¿Ve en la juventud que participa en Noches poéticas el interés que ha de motivarles el amor a este género tan de “inmensas minorías”, o quizá son las manifestaciones esporádicas de la temprana edad, llegada la adolescencia?
Yo pienso que ambos aspectos están conectados. Es normal que la elaboración de algún poemas se pueda manifestar en la adolescencia, en la juventud, o ante situaciones intensas de enamoramiento o de desolación, porque sirve como una especie de terapia y porque es capaz de expresar las emociones de una manera breve y artística. Pasadas esas épocas o situaciones, la mayor parte de la gente, la deja aparcada; sin embargo, para algunas personas se convierte en un descubrimiento personal que formará parte de su vida.
La poesía es una forma de enfrentarse a la vida que se expresa de manera diferente a la prosa. De entrada, exige una sensibilidad específica y es necesario enriquecerla con la lectura y con el aprendizaje.
Me alegra que acudan personas jóvenes a nuestras veladas, aunque sé que parte de la juventud que participa en Noches Poèticas abandonará la poesía con el tiempo, pero quedarán algunas personas que no lo harán y, gracias a ellas, se mantendrá la antorcha que velará por la continuidad de la poesía.
09.- De la sensibilidad innata que nos muestra en sus versos y del tremendo humanismo que delatan sus estrofas afloran imágenes que, desgraciadamente, vive nuestra sociedad. ¿Es Julián Borao un poeta reivindicativo y social?
Entiendo que hay poetas que se autodenominan de determinadas maneras y poetas que son encasillados por los demás en función de la temática predominante en sus poemas. Luego están los poetas que, si llegan a formar parte de la historia de la literatura, se incluyen en corrientes o tendencias literarias.
Por mi parte, no me considero un poeta reivindicativo o social, lo cual no quiere decir que no lo sea a nivel personal; no me gusta encasillar mi poesía puesto que no escribo con un objetivo ideológico, escribo por necesidad, porque los poemas son una manera de encontrarme con la vida y porque la poesía me acompaña en lo cotidiano y en el misterio de la existencia. En ese aspecto cotidiano, es inevitable que surjan poemas socialmente críticos porque siempre lo he sido pero, ¿no es también el amor una reivindicación y un argumento social?
10.- Como licenciado en filosofía y letras por la universidad de Deusto y también como docente, díganos si ve factible, en un corto periodo de tiempo, que inunde la poesía las aulas de nuestros hijos y nietos.
Me encantaría, pero no lo creo. El sistema educativo necesita una renovación, realizada por gente inteligente, de programas, medios y actividades; así como de selección y seguimiento de la labor docente de manera práctica, no teórica, porque la vocación y la competencia no se suponen sino que se demuestran.
Hoy en día, la poesía no interesa como materia práctica y lo poco que se recoge en los programas no logra enganchar al alumnado, entre otras cosas, porque para enseñar poesía hay que saber de poesía y, como con todo lo que se enseña, amarla.
11.- ¿Cómo ha interactuado la filosofía en su pensamiento natural y qué valores ha aportado a su poética en general?
La filosofía la descubrí durante el Bachillerato de Letras y me interesó desde el principio. Luego, durante la carrera, estudié filosofía e historia de la filosofía los dos primeros cursos pues los tres siguientes fueron de especialización en Historia.
La filosofía reafirmó mi curiosidad por encontrar respuestas a las preguntas que ya existían en mí desde la primera adolescencia, me ayudó tener un cierto método para ordenar esas inquietudes y para saber que el ser humano las había tenido siempre; pero también fomentó mi espíritu crítico, me enseñó a reflexionar y a cuestionarme la existencia; y me enseñó a pensar de una manera más profunda de lo habitual y a comprender la importancia de la sabiduría. Por otro lado, me ayudó a saber debatir respetando los argumentos y creencias de los demás, es decir, que la filosofía me enseñó también a ser más tolerante.
La filosofía forma también parte de las inquietudes del ser humano, aunque mucha gente no se lo plantee. Es una pena que, poco a poco, la hayan ido reduciendo en la enseñanza no universitaria porque yo creo, incluso, que debería ser una materia transversal en casi todas las asignaturas desde que el niño comienza con el pensamiento abstracto.
La poesía es también una especie de filosofía puesto que quien la escribe se plantea a menudo cuestiones vitales y existenciales, como la mayoría de las personas. Hay quien hace filosofía sin ser consciente de ello.
Los valores que haya podido aportar la filosofía a mi poética son los mismos que ha aportado a mi vida puesto que no escribo poesía con un objetivo estético o ideológico sino existencial.
12.- Asistimos, con alternada periodicidad, a nuevos modelos de comunicación. Denos, por favor, su opinión sobre la influencia de las redes sociales en la poesía y díganos si fortalece o debilita aquellos valores recibidos por la generación que nos precede.
Internet y a las redes sociales tienen una doble vertiente: una positiva y otra negativa o, si se prefiere, una beneficiosa y otra perversa. También hay que tener en cuenta otro aspecto: cada vez somos más personas en el mundo y, lamentablemente, entre ellas, hay malas personas e internet aumenta su capacidad de hacer daño. El problema es que ha llegado de golpe, sin que la mayoría de la gente estuviera preparada para el cambio.
Evidentemente, las redes sociales han favorecido la divulgación de la poesía, eso sí, la buena y la mala poesía; han permitido que puedan darse a conocer poetas anónimos, que puedan conocerse entre sí y que los eventos de poesía se difundan y pueda acudir más gente. También han permitido que la gente lea más poesía sin tener que comprarse un libro y que se puedan adquirir conocimientos sobre poesía y autores de todos los tiempos; sin embargo, este torrente de información se ha vertido sobre todo tipo de personas, es decir, también sobre quienes no tienen un criterio serio o una formación suficiente. Si se trata de personas honestas y autocríticas, no hay problema, pero si no es así, se corre el riesgo de popularizar poesía de escasa calidad. En cualquier caso, creo que el balance es más bien positivo para la divulgación poética.
En cuanto a los valores recibidos de las generaciones anteriores, las nuevas generaciones siempre quieren romper con los valores de sus antecesores y más hoy en día, con tantos innovadores que pretenden influir en los demás y que tienen la capacidad de hacerlo gracias a internet. Hay valores universales que trascienden a las generaciones como el amor, la paz, la empatía, la solidaridad, la honestidad, la generosidad, etc., y que todo el mundo acepta, lo cual no quiere decir que todo el mundo lo ponga en práctica. Lamentablemente, creo que las redes sociales han debilitado esos valores universales porque, como he dicho, los malvados tienen a su alcance un instrumento capaz de difundir la perversión, el odio, la descalificación, la envidia, etc., y el ser humano es muy influenciable y tendente a agruparse.
13.- ¿Qué lecturas le mantuvieron en vilo, en su juventud, hasta que se decidió por aquellos autores que le dejaron más de una huella para seguir avanzando en este camino infinito de la poesía?
El camino de la poesía, como el de todo en la vida, es un aprendizaje. Para escribir poesía hay que leer mucho e ir aprendiendo de todo lo que leemos.
Ha habido autores que descubrí en la juventud y otros que he ido descubriendo a largo de mi vida y que me hubiera encantado haber descubierto antes.
De joven, tuve la suerte de tener amigos que escribían poesía, como yo, nos leíamos los poemas y los comentábamos. Creo que nos dejamos una huella que durará para siempre. A lo largo de la vida, he conocido a otros poetas que también me han dejado huella. La influencia de todos ellos ha sido decisiva porque me han alentado de una manera próxima y personal; sin embargo, prefiero no dar sus nombres y citar solamente a los que todo el mundo conoce.
De entre los clásicos españoles que descubrimos en los estudios, me llegaron especialmente Jorge Manrique, Quevedo, Bécquer, Machado, Juan Ramón y Lorca.
“Nueve novísimos poetas españoles” fue una antología de jóvenes poetas que nos impactó y que nos influyó en la adolescencia. Nosotros nos habíamos decantado por escribir en verso libre y con temáticas que se salieran de los esquemas tradicionales, buscando la innovación, y enseguida nos identificamos con los poetas de la antología.
De entre los que me dejaron huella en la primera juventud, destaco a Kavafis, Ginsberg, Cernuda, Biedma y Goytisolo, por citar cuatro de ellos.
A lo largo de mi vida, he ido descubriendo otros muchos, como Claudio Rodríguez, Gamoneda, Valente, Borges, Montero, etc., que me han ido dejando su huella personal y que han enriquecido mi poética.
14.- ¿Qué ve necesario para que mejore nuestra sociedad y qué cambios, de poder hacerlos, haría para que el mundo obtuviera un pensamiento crítico y constructivo?
El aprendizaje vital me ha transformado; de jóvenes creíamos que un mundo mejor era posible y nos implicamos, pero ya no lo creo posible, pienso que la condición humana no lo va a permitir y que el futuro es cada vez más pesimista.
Vivimos en una pequeña burbuja de aparentes democracias, seguridades, libertades, comodidades y riqueza; pero en la mayor parte del mundo predominan los desequilibrios, la pobreza y la injusticia. Sigue habiendo guerras, hay más violencia, millones de personas viven en la miseria y cada vez son más; todo esto es el resultado de miles de años de historia por lo que veo imposible modificarlo a corto o medio plazo. Tarde o temprano, este reparto va a estallar porque el poder no está en manos de personas honradas e inteligentes.
Lo más sensato sería que todo se hiciera con sentido común y generosidad. La educación juega un papel fundamental para tratar de inculcar valores individuales y sociales, el problema es que el sistema educativo actual no es suficientemente efectivo por diversas razones. Es necesario un pacto educativo consensuado, más allá de las ideologías de turno. Por otro lado, nos encontramos con la manipulación interesada de los medios de comunicación, el bajo nivel de los políticos que, además, provocan crispación y con la perniciosa influencia de internet al alcance de todos que permite la libre divulgación de contenidos nocivos.
15.- Agradeciéndole de antemano su colaboración, valore esta entrevista y rubríquela.
Soy yo quien agradece haber sido elegido para una de vuestras entrevistas, que me ha parecido muy interesante. Felicito vuestra labor.
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