01.- Aporte, por favor, un breve resumen de su biografía.
Manchega, nacida en Puertollano, pero residente en Ciudad Real desde los tres años. Administrativa especialista en informática de gestión y segunda de ocho hermanos. Soy una mujer definida con tres eses: sencilla, sensible y serena.
Tengo publicados 4 poemarios y una novela. Además de las publicaciones individuales tengo publicaciones en libros colectivos y en diferentes revistas nacionales e internacionales, un blog, un canal youtube de poemas recitados y algunos premios y reconocimientos literarios.
02.- ¿Qué perspectiva tiene para Vd. el mundo, desde esa percepción que va adquiriendo como poeta?
Siempre he pensado que la poesía existe fuera, en el mundo. El poeta es aquella persona que tiene la sensibilidad de poder ver más allá, para percibirla, y la capacidad de traducirla en poemas. Desde esta perspectiva el mundo sería el escenario de la poesía, con toda su belleza y su lado amargo.
03.- ¿A qué se debe el universo de colores que referencia entre sus versos, y no solo en ellos sino también en títulos como el poemario “Un silencio malva” o su novela “Entre celeste y violeta”?, ¿con qué color se identifica como poeta y como persona?
Mi poesía responde a un impulso del subconsciente, del sentimiento, de la emoción, como también a los estímulos sensoriales. En mi poesía aflora el simbolismo, de ahí ese universo de colores. Con el que más me identifico es con el malva, pero, como me ocurre con casi todos los colores, son símbolos polisémicos, a veces ese color habla del dolor, otras veces de la nostalgia, pero también de la femineidad y la elegancia. El azul y el amarillo simbolizan la vitalidad, el optimismo y la fuerza.
04.- ¿Cuándo llega a ser consciente del valor de su palabra escrita y qué motivo la abordó para tomar la decisión de formarse como escritora?, ¿ se es más libre escribiendo poesía, artículos, novela… o la responsabilidad que conlleva puede llegar a disuadirnos?
Era una niña cuando percibí ese pellizco de emoción al leer poesía de determinados autores o cuando una novela me envolvía en un mundo maravilloso y me descubría enfoques tan diferentes al mirar la vida. Fue cuando comencé a escribir en un diario en el que salpicaba mis primeros y torpes bocetos de poemas. He escrito desde entonces, pero lo escondía en un cajón por pudor. Hace relativamente pocos años que me atreví a “salir del cajón” y desde entonces sigo formándome con cursos de escritura y leyendo todo lo que puedo para enriquecer y pulir mi escritura.
Soy libre escribiendo, pero siempre con ciertas reservas. La libertad a la hora de escribir es más fácil desarrollarla desde la poesía, por el tipo de lenguaje utilizado que es menos explícito y porque desde sus silencios se puede contar muchas cosas.
05.- ¿Sobre qué eje central gira el complejo engranaje que atiende y alimenta con la energía de su intelecto?, ¿es compartida su filosofía de poeta por la “familia” de escritores a los que conoce?
El eje central de mi poesía es la emoción y el sentimiento, porque es tremendamente intimista. Escribo desde la emoción y la extrañeza con la que miro al mundo. Los temas sobre los que escribimos son universales, ya sabemos que no hemos inventado nada nuevo, lo que espero o anhelo es tener un estilo personal. Respecto a si mi filosofía es compartida por los escritores conocidos, supongo que por algunos sí y por otros no, pero es algo que no me preocupa en absoluto porque cuando escribo soy fiel a mí misma.
06.- A qué tipo de presiones intelectuales y temores se enfrenta el poeta cuando se decide por este género literario? ¿Qué se gana?, ¿qué se pierde?
Es un género que considero elevado, sin embargo, no siento presión intelectual, más bien se trata de respeto por la poesía y los grandes autores. Escribo desde la necesidad más absoluta, desde la pasión más profunda y con devoción.
Se gana vivir en estado de serenidad porque la poesía para mí es terapéutica; es un hermoso ejercicio de introspección, es el lugar donde me pierdo, me encuentro, me perdono y me redimo.
A mi juicio lo que se pierde es superficialidad.
07.- ¿A quién tuvo como maestro influyente en esa época donde su niñez y la escritura eran fieles amigas?
Me influyó el mexicano Amado Nervo, siendo muy niña, después Federico García Lorca, Miguel Hernández, Bécquer. Esos fueron mis primeros sustratos.
08.- ¿Cree Vd. que el lenguaje adquirido y la forma de expresarse la condiciona como persona y poeta ?, ¿se escribe igual que se habla?, ¿se habla igual que se escribe? Denos su opinión al respecto.
Más que el lenguaje adquirido me condiciona la manera de reconocerme, de encontrarme desde la escritura.
Evidentemente no es escribe igual que se habla ni se habla igual que se escribe, porque entonces nos entenderían pocos y resultaríamos muy pedantes, pero sí que se nos escapan, de vez en cuando, ciertos trazos líricos a la hora de expresarnos. Yo haría más hincapié en la mirada que tiene el poeta, es una mirada diferente porque el poeta, antes de estar en el lenguaje, estuvo en la mirada, en el asombro, en el temblor; sin todo esto no nacería ese lenguaje poético.
09.- Qué libros inéditos en su haber esperan ser editados y qué ve en ese horizonte literario al que se ve arrastrada por su escritura?
Tengo escrita otra novela y otros tres poemarios, todos inéditos. De momento no tengo prisa por publicar nada, ahora prefiero centrarme en leer de todos los géneros, formarme para mejorar mi estilo y seguir escribiendo y corrigiendo.
10.- Con el propósito de que nuestros lectores le conozcan un poquito más, por favor, háblenos de la poeta y que sea la poeta quien nos hable de Charo Bernal.
La poeta y la persona coinciden en bastantes aspectos: ambas son serenas, profundas y empáticas. Quizá la diferencia estriba en que Charo Bernal es abierta y tiene sentido del humor y la poeta es una mujer más seria e introvertida. La poeta diría de Charo Bernal que es la luz que le presta su sombra.
11.- A nivel internacional, ¿cree Vd. que las palabras: libertad, amor y respeto están perdiendo integridad?
Sinceramente creo que sí. Hay una pérdida importante de valores y se vive de manera más superficial. Lo digo en un poema: “Apelo a la nostalgia de las cosas sencillas/ que alumbraron mi mundo”.
12.- Las dos personas que hay en Vd. tienen rutinas distintas que afrontar a diario, ¿quién de las dos es más perseverante, ambiciosa y romántica, quién—para desarrollarse— abusa más de la capacidad de su intelecto?
Soy una persona metódica, pero cuando la poeta acude, siempre pide urgencia, entonces le hago espacio, me invade y dejo lo que tenga entre manos para atenderla. Ella es anárquica, romántica, ambiciosa y exigente. Sin embargo, la novelista es más racional que la poeta, más generosa y paciente.
13.- Cuando la palabra se exilia y las ideas perecen, ¿qué es lo que, a su juicio, queda del poeta?
Le queda la mirada. Es posible que las palabras no afloren en determinados momentos, pero existe siempre la emoción, ese temblor interno, ese primer verso, una imagen… Aquello constituye el germen de un futuro poema, que en mi caso anoto en una libreta, y que, a veces, en un futuro podrá desarrollarse como poema. O no, no lo sabemos.
14.- Por los versos de su autoría sé que es disciplinada, un tanto conservadora y especialmente crítica en su quehacer literario, ¿qué es lo que hace que un libro alcance el reconocimiento que todo autor pretende?
Supongo que es la manera de hacer que el lector se encuentre en lo que lee y eso se consigue dejándole espacio y que, una vez dentro, consigas conmover su espíritu.
15.- Agradeciéndole de antemano su colaboración, valore esta entrevista y rubríquela.
Me ha parecido una entrevista muy completa y profunda. De hecho he respondido a muchas preguntas que no me habían formulado con anterioridad. Muy agradecida, me ha encantado.
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